Nació alrededor del año 1080 en Renania. Canónigo de la catedral de Colonia, una vez convertido de su vida mundana, se sujetó a la disciplina regular y fue ordenado sacerdote el año 1115. Se entregó al apostolado y a la predicación, principalmente en Francia y Alemania. Junto con un grupo de compañeros, puso los fundamentos de la Orden Premonstratense y fundó algunos monasterios. El año 1126 fue elegido arzobispo de Magdeburgo, dedicándose entonces a la reforma de la vida cristiana y logrando que la fe se propagase a las regiones vecinas, que eran paganas. Murió el año 1134.
De la Vida de san Norberto, obispo
(la palabras entrecomilladas provienen de diversas fuentes de la época) AAVV
Norberto es contado, con toda razón, entre los que más eficazmente contribuyeron a la reforma gregoriana; él, en efecto, quiso antes que nada formar un clero entregado a una vida genuinamente evangélica y a la vez apostólica, casto y pobre, que aceptara «a la vez la vestidura y el ornato del hombre nuevo: lo primero en el hábito religioso, lo segundo en la dignidad de su sacerdocio», y que se preocupara de «seguir las enseñanzas de la sagrada Escritura y de tener a Cristo por guía». Acostumbraba recomendar a este clero tres cosas: «En el altar y en los divinos oficios, decoro; en el capítulo, enmienda de las desviaciones y negligencias; con respecto a los pobres, atenciones y hospitalidad».
A los sacerdotes, que en la comunidad hacían las veces de los apóstoles, les agregó tal multitud de fieles laicos y de mujeres, a imitación de la Iglesia primitiva, que muchos aseguraban que nadie, desde el tiempo de los apóstoles, había podido adquirir para Cristo, en tan breve espacio de tiempo y con la formación que él les daba, semejante cantidad de personas que procurasen seguir una vida de perfección.
Cuando lo nombraron arzobispo, encomendó a sus hermanos de religión la evangelización de los vendos; además, se esforzó en la reforma del clero de su diócesis, a pesar de la turbación y conmoción que esto causó en el pueblo.
Finalmente, su principal preocupación fue consolidar y aumentar la armonía entre la Santa Sede y el Imperio, guardando, sin embargo, intacta la libertad en cuanto a los nombramientos eclesiásticos, lo que le valió estas palabras que le escribió el papa Inocencio segundo: «La Santa Sede se felicita de todo corazón de tener un hijo tan devoto como tú»; el emperador, por su parte, lo nombró gran canciller del Imperio.
Todo esto lo hizo movido por la fuerza que le daba su fe: «En Norberto -decían- destaca la fe, como en Bernardo de Claraval la caridad»; también se distinguió por la amabilidad de su trato, «ya que, grande entre los grandes y exiguo entre los pequeños, con todos se mostraba afable»; asimismo era notable su elocuencia: «Palabra Dios llena de fuego, que quemaba los vicios, estimulaba las virtudes, enriquecía con su sabiduría a las almas bien dispuestas», ya que su valiente predicación era fruto de una meditación asidua y contemplativa de las cosas divinas.
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V/. Ten cuidado del rebaño que el Espíritu Santo te ha encargado guardar, como pastor de la Iglesia de Dios.
R/. Soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador.
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